De lunes a viernes de 10:00 a 13:30 y de 16:30 a 19:30 horas.
Sábado de 10:30 a 13:30 hrs
Costo de consulta: $1,000.00
Enfermedades de riñón, vejiga, próstata, pene y testículos.
Detección oportuna de cáncer prostático y urológico.
Incontinencia e infecciones en vías urinarias (hombres y mujeres).
Enfermedades de transmisión sexual, virus del papiloma.
Destrucción de cálculos mediante cirugía endoscópica (sin abrir)
Infertilidad
masculina.
Disfunción eréctil.
Litotripsia intracorpórea láser.
Eyaculación precoz.
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Este tipo de infecciones puede producirse en cualquier parte del sistema urinario: los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. La mayoría de las infecciones ocurren en las vías urinarias inferiores (la vejiga y la uretra).
Las mujeres tienen un mayor riesgo de contraer una infección de las vías urinarias que los hombres. La infección que se limita a la vejiga puede ser dolorosa y molesta. Sin embargo, puedes tener consecuencias graves si la infección se extiende a los riñones.
Si presentas dolor en la micción, sensación o ganas constantes de orinar y poco flujo de orina, acude a revisión y evita una complicación.
La incontinencia urinaria es provocada por la pérdida del control de la vejiga, y es un problema bastante frecuente y que a menudo causa vergüenza. Puede ir desde una ligera pérdida de orina ocasional, hasta tener una necesidad de orinar tan repentina y fuerte que se escapa antes de llegar al baño.
Si te identificas con alguna de estas situaciones, visítanos para valorarte y ofrecerte un tratamiento adecuado.
La hiperplasia prostática benigna, también es conocida como «agrandamiento de la glándula prostática», se trata de una afección frecuente que surge con la edad. El agrandamiento de la glándula prostática puede provocar síntomas urinarios molestos, como el bloqueo del flujo de orina de la vejiga. También puede provocar problemas de vejiga, vías urinarias o riñón. Hay diferentes tratamientos, visítanos y te haremos saber cuál es el mejor para ti.
Un dolor en los testículos puede ser a causa de varios motivos. Los testículos son glándulas muy sensibles. El dolor puede provenir del mismo testículo o del tubo en espiral y el tejido de sostén que están detrás del testículo (epidídimo).
Es importante que un médico valore para conocer la causa, entre ellas existen varias, incluyendo: neuropatía diabética, hidrocele, hernia inguinal, cálculos renales, orquitis (inflamación de los testículos). De ahí la importancia de asistir a consulta médica si presentas dolor en uno o ambos testículos.
La fimosis es una afección en la cual el prepucio de un pene que no ha sido circuncidado no se retrae de la cabeza del pene; esto puede ocasionar dolor al orinar o durante una erección. La parafimosis es una condición en la que el prepucio no regresa a su posición normal después de ser retraído, lo cual puede ocasionar hinchazón dolorosa del pene y deterioro del flujo sanguíneo.
También conocidos como cálculos renales, pueden deberse a muchas causas: una dieta deficiente, el exceso de peso corporal, algunas afecciones médicas; algunos suplementos y medicamentos, se encuentran entre las muchas causas de los cálculos renales. Los cálculos renales pueden afectar cualquier parte de las vías urinarias, desde los riñones hasta la vejiga.
La prostatitis es una afección de la glándula prostática que por lo general se asocia con inflamación. La prostatitis con frecuencia provoca dolor o dificultad al orinar, además de dolor en la zona pélvica o los genitales. Las infecciones bacterianas son la causa de algunos casos de prostatitis aunque se sabe que hay 4 tipos: prostatitis bacteriana aguda; prostatitis bacteriana crónica; prostatitis crónica o síndrome de dolor pélvico crónico; prostatitis inflamatoria asintomática.
La epididimitis es una inflamación de la estructura tubular que se encuentra en la parte posterior del testículo, llamado epidídimo. Esta se encarga de almacenar y transportar el esperma; este padecimiento puede afectar a varones de cualquier edad y las causas son varias, desde infecciones bacterianas hasta transmisión sexual. A veces, también se puede inflamar un testículo, lo que da lugar a un trastorno denominado “orquiepididimitis”.
Las verrugas genitales son una infección de transmisión sexual. La mayoría de las personas sexualmente activas se infectan con al menos un tipo de virus del papiloma humano (VPH). Las verrugas genitales afectan los tejidos húmedos del área genital. Pueden parecer pequeñas protuberancias de color carne. En algunos casos son imperceptibles a la vista por su pequeño tamaño. Examinarse con regularidad ayuda a detectar oportunamente y aplicar un tratamiento adecuado.
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) o infecciones de trasmisión sexual (ITS), generalmente se adquieren por contacto sexual; aunque puede haber casos de contagio como de madres a hijos durante el embarazo o trabajo de parto o por una transfusión de sangre. Las bacterias, los virus o los parásitos que causan las enfermedades de transmisión sexual pueden ser transmitidas de una persona a otra a través de la sangre, el semen o los fluidos vaginales y otros fluidos corporales.
Muchas veces los síntomas se pueden tratar con un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Esta afección se trata de la dilatación de las venas dentro del escroto. Estas venas transportan sangre sin oxígeno desde los testículos. Un varicocele se produce cuando la sangre se acumula en las venas en lugar de circular de manera eficaz hacia el exterior del escroto.
Algunos de los problemas asociados a este padecimiento son: molestias en los testículos, dolor, baja producción de esperma e infertilidad.
Aproximadamente 1 de 7 parejas tienen problemas de infertilidad. Y de esa proporción alrededor del 50% es a causa de infertilidad masculina.
La infertilidad masculina puede producirse debido a una baja producción de esperma, pero también a anomalías en la función del esperma o a obstrucciones que impiden su salida. Las enfermedades, las lesiones, los problemas de salud crónicos, las elecciones de estilo de vida y otros factores pueden contribuir a la infertilidad masculina. Si por más de un año, has intentado embarazar a tu pareja sin resultados, es momento de acudir a valoración para conocer las posibles causas y tomar un tratamiento apropiado.